viernes, 30 de octubre de 2009


La muerte en rebanadas HOY GRAN ESTRENO:


Por favor "COPEREN"

domingo, 18 de octubre de 2009

Inés

¿Qué es esto que nos separa? no puedo sentire.

Acostados en la cama no nos tocamos, hoy te miro dormir envuelta por la sábana que nos separa. A partir de mañana la historia, nuestra historia, va a cambiar totalmente. Mañana te pediré que seas mi esposa, Inés. La noche es fría, el otoño está sobre nosotros, el viento sopla hacia el norte, hacia tus tierras de donde has huido para llegar hasta aquí, a este lugar, a este momento de tu vida.

Son ya diez años desde que te vi sentada en aquella banca del parque, esperabas a alguien me dijiste, pero no te molesto que esperara contigo, nadie llegó ese día y me dejaste acompañarte a tu casa. -¿Y usted todavía vive con sus padres?- No conseguí la respuesta que esperaba. No fue un "no" o un "sí" fue una sonrisa que no podré jamás olvidar. -Mañana no voy a esperar a nadie en el parque a las 6- y la puerta se cerró. En aquel tiempo no me preocupaba demasiado por la vida, pocas cosas me mantenían entretenido, sólo el tiempo separaba un día de otro.

Dieron las seis de la tarde, ese día yo era el que esperaba, el sol se ponía, los pájaros comenzaban a olvidarse de cantar, los últimos niños que aun quedaban en el parque empezaban a irse, el frío comenzó a bajar y las luces que marcan el principio de la noche comenzaban a encenderse. Una figura femenina se dibujo a lo lejos, recordé el lunar que vi en tu espalda el día anterior que en la noche no me dejó dormir. Conforme la figura tomaba forma mi corazón comenzó a acelerarse. -No debe ser ella que sólo fue un sueño la vida no es tan buena-. Apareciste entre la noche, cubierta por la obscuridad como un augurio de que me harías sufrir, y a pesar de haberlo entendido ese día decidí ignorarlo por siempre.

Cuando me llevaste a conocer a tu familia no volví a ser el mismo contigo, lo sé y lo siento. Tus tres hermanas me miraban como si intentaran encontrar algún defecto y yo, por más que tratara de ocultarlos todos, sabía que alguno encontrarían y lo comentarían como si fuera el más grande de los pecados, aunque fuera que soy intolerante a la lactosa. Tus padres me trataron tan amablemente como seguro los obligaste. Al llegar a dormir esa noche hicimos el amor como nunca antes, tú estabas triste por recordar como te trató tu familia siempre. Me comentaste cuando volví con el carro que me odiaban, que te lo habían dejado muy claro y que querías pasar el resto de la vida conmigo. Ese día fue que tome la decisión de cuidarte siempre.

A tu lado, una noche veraniega en la playa, mientras roncabas te vi sonreír en tus sueños y decir un nombre: "Gabriel" una y otra vez "Gabriel, Gabriel, Gabriel". Esa noche no dormí un segundo, el mar me arrullaba y en mi cabeza un remolino repetía el nombre "Gabriel, Gabriel, Gabriel". Durante el desayuno no pude evitarlo: -¿Quién es Gabriel?- Tú, fresca como siempre, sonreíste y me miraste -¿Por qué quieres saberlo?- Te conté que no había dormido en toda la noche y lo que había pasado por mi cabeza, me invitaste a una hamaca contigo y dormimos hasta la hora de la comida. -Gabriel es el nombre de mi primer hijo- Dijiste cuando me desperté y me mirabas. Tres hijos, un niño y dos niñas, ese era tu plan, ese y un gato cada doce años lo tenías todo planeado.

Llego la mañana y como siempre despertaste antes que yo, una vez más no me dormí sino hasta muy tarde mirándote. Cuando desperté el olor a café lo invadía todo excepto tu almohada, recoste la cabeza sobre ella e inhalé profundo, nunca he sido bueno con el romance, creo que en parte eso te gusta de mí. -¿Te quieres casar conmigo?- grité.

El día de la boda un velo nos separaba, cuarenta minutos de mirarte sin poderte besar fueron una tortura. Cuando oí las palabras "puede besar a la novia" ya lo estaba haciendo. Nuestro primer hijo llegó pronto: Gabriel. Un año después Anna y al siguiente Isaac. No fueron un niño y dos niñas pero eramos felices, nunca compramos el perro.

Gabriel abraza a Anna en la esquina del cuarto, Isaac toma mi mano izquierda, y yo con la derecha toco una tela húmeda que está sobre tu cuerpo. ¿Qué es esto que nos separa? no puedo sentiré. El hombre de la funeraria cierra el cajón y el proceso de incineración comienza.

Hoy desperté sólo por primera vez en más de treinta años, abrí el refrigerador y mire adentro, en el estante del centro, justo a la izquierda de la puerta vi un cartón de leche y el augurio de aquella noche se cumplió.

sábado, 17 de octubre de 2009

Un hombre mira una ventana esperando que la mujer que ama se asome.
Una mujer mira el teléfono esperando que el hombre que ama la llame.
A las doce abos miran el reloj y el silencio equivocado les parte el corazón.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Hay gente que nace con suerte, hay gente que nace sin ella.

Yo nací sin ella y ahora que la he encontrado no pienso dejarla ir jamás.



Sólo la primera frase habla de la suerte

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Cómo?

Soy un hombre confundido señoras y señores, me encuentro entre el amor y el desamor, entre la tecnología y el pasado destecnologizado, "entre dos piedras" diría algún grupo importante de música latinoamericano y esto me plantea una serie de problemas: Tomar decisiones. (Gran problema para mi pequeña humanidad)

Primero está esta: ¿Que hago a partir de ahora? ¿Con quién hago lo que hago? ¿Acercarse al fin de un ciclo representa tantas cosas, tener que cerrarlo es inevitable y sano pero es lo adecuado? ¿Cómo funcionar solo? ¿Cómo evitar irme al infierno teniendo ya todos los gastos pagos? ¿Cómo encontrar inspiración donde no la hay y negarla donde sí? ¿Cómo descubrir si estoy fatalizando y nada es tan terrible como lo creo y sí hay inspiración donde no y no donde creo que sí o sí hay inspiración en todos lados y no voy a ir al infierno y funcionaré solo y cerraré ciclos y haré lo que tenga que hacer con quien tenga que hacerlo y a partir de ahora, como siempre ha sido todo será cuesta arriba?...


¿Cómo?

martes, 6 de octubre de 2009

Estaba vacía, techos altos y paredes anchas, el modelo clásico de de la época; sorprendentemente el polvo parecía haberse olvidado de esta casa en particular. Encontré los muebles sin cubrir, cosa extraña pues el lugar lo había comprado mi padre hace ya varios años y recuerdo haber venido un verano durante mi infancia de vacaciones a Buenos Aires a ayudar a mi madre a cubrir todos los muebles con sabanas blancas y viejas que obtuvimos al cambiarlas por unas nuevas en la casa-hogar donde la abuela se quedaba, después de ese verano nadie había vuelto aquí.
Recientemente por cuestiones de trabajo que rebasaban mi habilidad para tomar decisiones me vi forzado a abandonar Santa fe y mudarme a Buenos Aires, aprovechando la compra que mi padre había hecho y de la cual todos parecíamos habernos olvidado llegué a esta casa durante una noche de inverno, un auto me trajo de la estación por una cantidad muy decente a pesar de la hora; encontrar está casa me trajo muchos recuerdos de aquella época en que la abuela aún viva y fue por eso que, a pesar del cansancio, decidí recorrerla toda.
La casa estaba tal y como yo la recordaba haberla dejado hace varios años, excepto por aquello de las sabanas en los muebles. Recordaba todas y cada una de las habitaciones, casi como si hubiera vivido aquí toda mi infancia, mis lugares favoritos para esconderme de mi madre y los niños que venían a jugar una vez por semana cuando ella tomaba el té con las vecinas, el largo pasillo y la puerta de roble maciza que entonces parecía ser la de un castillo medieval. Cuando pasé a la parte de atrás de la casa, buscando el que fue mi cuarto aquel verano, la puerta se cerró justo detrás de mí. Oí como si alguien pasara la llave e inmediatamente intenté abrirla, pero en efecto la puerta estaba cerrada con seguro y no pude salir por ahí, rápidamente y preocupado de que alguien hubiera entrado a mi casa (cosa que explicaría porque los muebles no estaban cubiertos), salí por una ventana trasera y fui a la policía.
Me atendió un sargento que me refirió a un cabo para que me acompañara a la casa, frente al zaguán tocamos por varios minutos, nadie contesto, -¿no le dio la dirección al sargento?- me preguntó, yo le expliqué que no era de Buenos Aires y no sabía la dirección de memoria y que la había olvidado dentro de mi maleta dentro de la casa. Intentamos entrar pero la puerta estaba cerrada al igual que la ventana por la que yo había escapado minutos antes. El cabo, después de esto me contó que el había crecido en la colonia y que su abuela siempre le contaba historia de fantasmas que habitaban esa casa, -Dos hermanos que nunca se casaron porque vivían para cuidar su casa ¿No será que usted les cae mal?- Se rió y más cuando le dije que estaba seguro que los fantasmas no limpiaban el polvo. Esa noche dejarlo por la paz, dormir en un hotel y por la mañana visitar a un cerrajero, de cualquier modo tenía el traje que levaba puesto y los que guarde en el guardarropa del aeropuerto.
Por el trabajo varios días pasaron antes de que pretendiera volver a poner un pie en esa casa. Hasta que cierta tarde que tuve libre y harto de tener que pagar un cuarto de hotel cuando yo era dueño de una casa para ocho o nueve personas fui directo al barrio con un cerrajero, busque al cabo para que me acompañara de nuevo por si había cualquier problema y en menos de cinco minutos estábamos dentro pagando al cerrajero.
No hayamos a nadie en todo el lugar, la puerta que conectaba atrás estaba aun cerrada y no pudimos abrirla por toda esa noche, al pasar las horas ofrecí al cabo prepararle un café que había venido cargando en mi maleta desde Santa fe. Los muebles de la cocina estaban vacios, no puede hallar un pedazo de bajilla en toda la cocina, sólo un pocillo y una matera vieja Cuando encendí la flama de la estufa escuche la puerta de la cocina cerrarse y después la puerta del Zaguán.
Abrimos la puerta de la cocina, la puerta de atrás también estaba abierta y todos los muebles estaban cubiertos de polvo, como si nadie hubiera estado allí por varios años.
-Deben habernos visto y se fueron, señor. No creo que vuelvan pero puedo pedir que le manden vigilancia si así quiere.
No acepté, para estas alturas había entendido que ya no era necesario y que no había nada que pudieran hacer por mí.

$$$ <3 $$$

Canto, bailo actuo, escribo, hago matemáticas, cocino, sexo rico ("sexo" de "sexar" del verbo), como bien, soy educado, sensible, platicador, gracioso, hago chistes interesantes (no necesariamente divertidos siempre pero si interesantes), tengo un gusto musical muy versatil y suelo escuchar lo que disfruta mi compañia, puedo hacer practicamanete cualquier trabajo sólo con unpoco de instrucciones y cargo buena genética: Recuerden:

Corazón en venta al mejor postor (se aceptan y se recomiendan trueques). Pero esperen hay truco: El corazón va acompañado de un cuerpo y no es posible ignorarlo, tiene necesidades y de una mente con, también, necesidades propias (quizás éstas no tan ...normales). EL día de hoy incia la subasta: Abierta por cinco días en los que usted puede ofrecer. Sírvase de utilizar cualquier medio o al menos de hacer recomendaciones.

jueves, 1 de octubre de 2009